Existen dos actitudes bien marcadas por parte del propietario de un alojamiento para turismo en la comercialización de su oferta. Por un lado, esperar, considerar que ya se ha hecho lo suficiente en cuanto a promoción, que la publicidad llamada boca en boca se va ir expandiendo paulatinamente y que existen políticas oficiales para incentivar la demanda del turista.
Por otro lado, buscar, saber que en el turismo no existen pasajeros sujetos. El servicio ofrecido no genera formalmente un compromiso de recurrencia. El viajero ha cambiado. Las políticas oficiales en muchos casos están orientadas con fines particulares.
Ambas actitudes, esperar ó buscar, se reflejan en las personas que están a cargo de cada alojamiento mediante un indicador que da cuenta del grado de intercambio con las Nuevas Tecnologías de la Comunicación, (TICs)
Esta variable, permite ubicar a las personas que se encuentran a la espera en el polo más alejado de intercambio con las Tics, mientras que en el punto más cercano se ubican aquellas que están en la búsqueda.
Quienes trabajamos en la actividad turística sabemos la importancia y rol trascendente que significa estar aliados con herramientas tecnológicas, así y todo somos conscientes que es imposible abarcar y extraer al máximo de beneficios que estas brindan en su conjunto.
Es nuestro deber como comunicador social y responsable de herramientas de para el sector turístico orientar y asesorar al dueño/encargado en el conjunto de acciones que van desde una pauta en revista de barrio hasta una página web propia, pasando por un sinfín de alternativas vigentes con el fin último de mejorar y aumentar el alquiler / ocupación de sus cabañas.
